Aún tenía lagañas en los ojos y me llamabas un domingo. Silenciosa y espontánea. Callada pero carcajeabas. El silencio es el misterio tras tus ojos enormes de luna. La risa, es la que nos delata a tu amor.
Aún no había luz de Sol en las mañanas y ya te soñaba de nuevo. Eras el lienzo que mi cielo desdibujaba a las estrellas y las constelaciones, a las cometas de las nubes inalcanzables. Eras una colina justo debajo del atardecer del arcoiris.
Aún no despertabas cuando ya te necesitaba. Las marquesinas de los tejados atestiguaron siempre nuestra historia de risas, colores y flores; de cantos, dulces y eterna alegría. La tristeza, como la noche, siempre quedaban atrás.
Incitatüs
(Abril'11)
Imagen: internet
De verdad hermoso, me ha gustado mucho.
ResponderBorrar"Aún no despertabas cuando ya te necesitaba".
Me gusta.
ResponderBorrarMuestra la necesidad típica que se genera cuando se está enamorado.
Saludos.
Cristofer.
www.lasmelancoliasdemarcus.blogspot.com
Me encantaaaaa
ResponderBorrarBesos.
Hechos el uno para el otro.
ResponderBorrarSaludos.
Alberto Hermoso texto, me gustó muchísimo, besos
ResponderBorrar(A ver si tu blog no se me pone al brinco otra vez) No es lo mismo escribirte un comentario por tercera ocasión porque el primero y el segundo no salieron.
ResponderBorrarEs un texto hermoso, pero no tan hermoso como lo que implica el haberlo escrito. :D Saludos.
Palomilla:
ResponderBorrarGracias, muy amable como siempre.
Cristofer:
Esa necesidad-necedad es implacable, cuando se está enamorado.
Gracias por la visita y comentario.
Yurena:
Besos.
Toro Salvaje:
Y si no los hicieron así, ellos se reinventaron así.
Gracias Maestro.
Mixha Zizek:
Gracias y más besos.
Ddominaventi:
Cierto, es hermoso porque eso es lo que siento. y no hay nada como ello.
Gracias Dijina (Aquí eres Dijinadominaventi y te aguantas)