Acá, mientras, todo es aburrido.
El trajín basta,
la calma basta.
La basura también es suficiente.
Buscábamos una vida.
Nos ganó una rutina.
Cambiaste tu rostro más no tu peineta.
Volvemos y es tan viejo.
Volvemos y la sonrisa se seca.
¿Ya te olvidaste?
¿Ya moriste también?
Yo también te extraño.
Incitatus
(Julio'12)
Imagen: internet
Hola, llegué hasta tu blog a través del facebook, leí esta única entrada, me pareció un texto nostálgico, casi un llanto silencioso. Me gustó.
ResponderBorrarCon tu permiso, me anoto como seguidor.
Un abrazo.
HD
Muchas gracias Humberto, eres bienvenido.
BorrarUn abrazo.
La rutina.....esa terrible plaga que acaba con tanto hermoso. Pero siempre tenemos en nuestras manos romperla.
ResponderBorrarSaludos, Incitatus.
Así es Carmela. No dejemos que se haga parte de nuestra vida.
BorrarSaludos.
Humberto: mira donde nos encontramos... qué chiquita es la blogosfera...
ResponderBorrarIncitatus: las peores palabras, las mas destructivas, las que mas duelen son las que nunca dije/dijo/dijiste aun hasta el te extraño hace falta para hacerle exorcismo a la rutina o a esos silencios destructivos
La rutina es el peor veneno que podemos encontrar. Un exorcismo siempre es necesario Quimeras.
BorrarUn abrazo y gracias por seguir mi blog.
La rutina y el silencio, es el hábito de renunciar a pensar.
ResponderBorrarsaludos
Así es. No dejemos de pensar o moriremos.
BorrarSaludos.
La rutina inmoviliza, huele a muerte. A veces hace falta sacudirse la modorra y echarse a caminar.
ResponderBorrarUn abrazo