Hoy te ví.
Y no era tu rostro.
Ni tu cuerpo ni tu aroma.
Y no era tu voz ni tu andar.
No era siquiera el rumbo por donde deberías estar.
Pero te ví.
Y no eran tus ojos, pero sí tu mirada.
Y aunque no eran tus labios, sí era tu sonrisa.
Y mi cuerpo se cimbró completamente.
Y volvió mi alma a ser feliz.
Porque hoy te ví.
No eras tu, pero te reconocí.
Y tú a mí.
Y tu mirada y sonrisa me lo dijeron.
Sé que tú tambien estás feliz.
¡nc¡tatüs
(julio'08)
imagen: internet
Vaya, es inusual encontrar un texto aquí así, pero de verdad que lo celebro.
ResponderBorrarEs como ver la escencia de la persona, a sabiendas que no está ahí.
a veces reconocemos cosas y personas sin saber ellos o nosotros que las conocemos
ResponderBorrarun abrazo
p.d.
te he dejado otro regalo en mi hotel
Cuando el amor puede adherirse a nosotros lo podemos ver en tantas cosas que difícilmente olvidamos al ser amado.
ResponderBorrarTodos se parecen, todos son, en todo lo sentimos.
Ahora hay una luna que sólo me hace saber que él la ve como yo, con los mismos recuerdos, con el mismo amor.
Me agrada la diversidad de las letras, aún hay mucho que explorar, que escribir.
Pd1. Perdón por alejarme tanto.
Pd2. Felicidades por el premio, es merecido.
Pd3. Me gustan las imágenes de tu blog.
Saludos
Palomilla:
ResponderBorrarEs cierto, la escencia de las personas las recibes de la forma más extraña. Incluso en aquellas que no son.
Gracias, ojalá no me haya desviado mucho del estilo.
Tomás:
ResponderBorrarGracias por tan honorífico regalo.
De verdad me siento muy halagado. De blogs como el tuyo me inspiro las muchas de las veces.
Gracias de verdad.
Cuatroletras:
ResponderBorrarUsted sabe que su cómplice lunar suele ser también mi cómplice.
También espero la Luna llena para entregar parte de mi alma a quien más amo.
Ahí he buscado esos ojos que busquen los mios.
La busqueda me ha dicho que siga esperando.
Gracias por todo.
buenos ejercicios mi potro.
ResponderBorrarDisculpe uste, que no le cuide tanto en su caballeriza de marmol, pero como uste sabe, tanta campaña en el adriatico y tanta traición en Roma, impidenme mantenerme al tanto de sus avnaces como blogguero.
Le veo bien en este te ví.
Te ví, te leí y Releí.
No se preocupe Cáligas, siempre es bienvenido a ésta caballeriza de mármol (que bien hizo el favor de casi bautiza éste espacio usté)
ResponderBorrarDe todos modos los ejercicios siguen ahí, están abiertos las 24 horas.