martes, 7 de junio de 2011

La rosa que mi alma olvidó


Olvidé tras mi sombra la pequeña rosa que me obsequiaste. La primer rosa que humilde buscaba entregarme su delicado aroma de amor. Era joven y simple dijiste, pero llena de un sentido y una ilusión.

Mi sombra pueril sin embargo se hizo espesa y cimbró de horror ante la belleza de tu detalle. Ennegrecida, segura bloqueó la entrada de mis sienes y mi conciencia. Mi cansado corazón entonces, no alcanzó una estrella que de su tallo brotaba. Memoria corta se justificaba, pesadillas largas que cegaron ante la majestuosidad de la luz emanada de tu mirar.

No tuve palabras para describir el porqué perdí tu rosa. La perdí tras mi sombra y el alma de mi sombra se perdió tras tu luz. He cometido un pecado; mi alma, mi mente y todo mi ser no descansarán hasta encontrar la salvación. Juraré por el eterno brillo de tus noches, que tras mi sombra atormentada, sembraré un campo de rosas con tu nombre, con tu amor.

Ésta es mi manera de pedirte perdón.


Alberto Rivera
"Incitatüs"
(Junio'11)
Imagen: Internet