lunes, 25 de abril de 2011

Mi Sueño Con Serpientes


Soñaba y eran serpientes.
Se erizaban su cabello alaciado e inmaculado.
Retrocede su acecho y empuja la cara tras la Luna de abril.
Soñaba y eran serpientes.
El infierno gestiona la admisión de ángeles y traiciona a mis brujas.
Y bailan con la cara que oculta muerde un rayo arrancado desde la punta del Sol.

Soñaba y eran serpientes.
Y se arrastra tras los huesos que cabalgaban al alumbramiento del viernes.
Asesinas, maldecidas, se desprecian por su saña y sanaba mi impúdica existencia.

Soñaba y eran serpientes.
Con las lágrimas erosionan una espada clavada en su abdomen al nacer.
Tanto sueño cansado, me despiertan y resurjo ante el cielo que rojo me brinda su calor.


Incitatüs
(Abril'11)
Imagen: internet

lunes, 18 de abril de 2011

Despertabas


Aún tenía lagañas en los ojos y me llamabas un domingo. Silenciosa y espontánea. Callada pero carcajeabas. El silencio es el misterio tras tus ojos enormes de luna. La risa, es la que nos delata a tu amor.
Aún no había luz de Sol en las mañanas y ya te soñaba de nuevo. Eras el lienzo que mi cielo desdibujaba a las estrellas y las constelaciones, a las cometas de las nubes inalcanzables. Eras una colina justo debajo del atardecer del arcoiris.
Aún no despertabas cuando ya te necesitaba. Las marquesinas de los tejados atestiguaron siempre nuestra historia de risas, colores y flores; de cantos, dulces y eterna alegría. La tristeza, como la noche, siempre quedaban atrás.

Incitatüs
(Abril'11)
Imagen: internet

lunes, 11 de abril de 2011

Luna nueva


Desperté y se había ido. Como una ráfaga del tiempo, borró las huellas y una luz salió de mi boca. Nada había donde siempre una herida colgaba de mis sienes, de mi pecho. Busqué entonces debajo de la cama, tras las paredes y dentro del espejo. La alacena y el viejo escritorio seguían abiertos, intactos y vacíos tal cual los abandonó. La puerta rota seca que siempre cedió al paso de la desesperanza y el frío de la indiferencia. Descalzo y descansado caminé a la ventana. La noche seguía viva, pero ésta vez ya no dolía. Volví de nuevo a la herida de mis sienes y mi pecho. La luna hermosa me había sanado, me había curado. La luna nueva devolvió la vida a mi habitación.


Incitatüs
(Abril'11)
Imagen: internet