jueves, 15 de julio de 2010

Acércate a mí

Acércate a mí lenta y tranquilamente, amor.
Toma mi mano seca como sueles hacerlo y sin rencor.
Sonríe y regálame de nuevo aquel beso entero de infinita pasión.
Entrégame los labios y poco a poco, la dulce savia de eterno amor.

Aparta de mí los sinsabores de los pecados cometidos, por error.
Desecha las lágrimas y desdichas que sin saberlo, mi ser te ocasionó.
Libera los grilletes que mi pasado desquiciado y absurdo a mis tobillos ató.
Acaricia mis cicatrices y cura las heridas libradas por los años de rencor.

Acuéstate conmigo, duerme entregada y por completo en nuestro aposento mayor.
Hagamos del Cielo un templo a nuestro impuro y descabellado sentido de pudor.
Cimbremos de pasiones encarnadas e infinitas la era de aquel imperfecto Creador,
y por siempre y antes de cavar la fosa donde yacerán los restos de dolor,
regresemos con Él al lugar en que con infinito y profundo amor nos engendró.


incitatüs
(julio’10)
imagen: internet

5 comentarios:

  1. Ya había dicho algo similar y ahora escupiré para arriba; me gustó mucho lo que escribiste y contrario a mis convicciones de hacer una crítica sobre cualquier clase y tipo de poema (la poesía no es criticable porque es demasiado subjetiva y abstracta), sea en verso o en prosa, te diré algo: yo no hubiera puesto "los pecados cometidos, por error"...simplemente son pecados por error o no, son pecados...
    Pero, como dije: es tú poema, no el mío...que bueno que desempolvaste tu blog.

    ResponderBorrar
  2. doy fe que así es y de mutuo acuerdo ya que si escribes según DDOMONAVENTi tiene un significado y según lo expuesto, totalmente diferente, son exigencias de la vida aunque un pecado no puede ser un error y uno `puede pecar por error

    un abrazo

    ResponderBorrar
  3. Dudo que pueda rechazar nadie una invitación así.
    Muy bien escrito.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  4. A mi me gusta el poema. Y me gusta porque está escrito desde el punto de vista de alguien que está dispuesto a vivir, que quiere conectar con las emociones y con el amor. Muchas veces tenemos miedo a la felicidad y hacer una petición de ese tipo implica estar dispuesto a perder el miedo. Y esa valentía que se revela, es una de las cosas que más me gustan de tu escritura...

    Un abrazo grande, Alberto.

    ResponderBorrar

Mata al Auriga Lentamente, Asegúrate que Sufra