jueves, 15 de julio de 2010

Acércate a mí

Acércate a mí lenta y tranquilamente, amor.
Toma mi mano seca como sueles hacerlo y sin rencor.
Sonríe y regálame de nuevo aquel beso entero de infinita pasión.
Entrégame los labios y poco a poco, la dulce savia de eterno amor.

Aparta de mí los sinsabores de los pecados cometidos, por error.
Desecha las lágrimas y desdichas que sin saberlo, mi ser te ocasionó.
Libera los grilletes que mi pasado desquiciado y absurdo a mis tobillos ató.
Acaricia mis cicatrices y cura las heridas libradas por los años de rencor.

Acuéstate conmigo, duerme entregada y por completo en nuestro aposento mayor.
Hagamos del Cielo un templo a nuestro impuro y descabellado sentido de pudor.
Cimbremos de pasiones encarnadas e infinitas la era de aquel imperfecto Creador,
y por siempre y antes de cavar la fosa donde yacerán los restos de dolor,
regresemos con Él al lugar en que con infinito y profundo amor nos engendró.


incitatüs
(julio’10)
imagen: internet