domingo, 15 de marzo de 2009

El Otro Androide Paranoico


El ruido añejo lo inventaste para destruir mis sentidos.
Has vuelto a tu hogar y ni tu lugar se ha incendiado con tu vientre.
Vienes y gritas lagartijas amarillas y me escupes al rostro con tu pus animal.
Me agítas y me pides traguémos el veneno de las ratas que pueden volar.


Pero también duérmete, y calla cuando la luz se haya marchado.
Desliza con tus dedos cada gota de savia que nace del mar.
Agonízala mientras piensas un nuevo hijo para romper tus sienes,
y asesina al que mata a las rareza de tu cuerpo maltrecho.


El árbol maldito sembró de sus pétalos un androide paranóico.
Cosecha con su aliento un poco de tu humor, de tu llanto.
Dale un espacio donde sus sentidos estallen hasta el cosmo,
y vomita las excusas que a su paso y del suave tapete se vestirá.

incitatüs
(marzo'09)
imagen: internet

12 comentarios:

  1. Relato inquietante y absorvente a la vez, aunque corto, muy intenso.

    Un besazo grande, y gracias por tu visita!!!!!

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  2. Hermoso, me encantó, tan ácre, tan descarnado. Ya extrañaba tus letras. Espero que no desaparezcas tanto.

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  3. Tu androide, ese autómata con figura humana nacido de los pétalos del árbol marchito, ha generado un texto extraordinario que sigue los vestigios de la entrada anterior.
    El lenguaje es el idóneo y denota unos ligeros ecos reprobatorios que parecen adquirir importancia a través de palabras como escupir, pus, veneno, ratas...

    Muy interesante, Alberto.
    Un abrazo grande.

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  4. Kuny:

    Gracias por la visita.
    Un beso igual de grande.

    Palomilla:

    Ácre y Descarnado, dos cualidades (o defectos) tan corrosivos.
    Gracias, y aquí sigo; alguien tiene que hacer el aseo de la Caballeriza.
    Un Besote.

    Yurena:

    Yo Androide? Jajaja.
    Gracias por la visista siempre tan importante para éste espacio.
    Un besote, pero no lleno de pus.

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  5. ...

    ¡Canija imaginación!
    ¿verdad?

    Llega, se mete, y nos posee.
    Por momentos somos parte de su voluntad.
    Hay días que suben por el aire telarañas, las recorremos, nos columpiamos en ella.
    Oros donde el pus, brota con el mínimo tacto.
    La imaginación es así, tan creativa.
    En este post creó un androide, y para rematar...paranóico.

    Un besito.
    Y sip, necesitaba besitos...jejeje.

    Mafalda

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  6. Mafalda:

    Creo yo que eso es lo que la imaginación tiene como gran virtud. Su falta de limitantes.
    Es, lo que nos mueve, a tí, a mí, y a todos los que estamos en éste maravalliso mundo...

    Gracias a tí y a tus puntos suspensivos...
    Besos.

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  7. Mucha fuerza extrañaba entrar , siento que respiro cuando vuelvo a las entradas de mis amigos y nsus escritos. Excelentes por cierto como el tuyo. La voz de ese androide que puedes ser tú con un dolor dentro que quiere sacar desde lo más profundo.

    Me gustó, un beso

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  8. el ser, desde que piensa siempre ha deseado tener androides, autómatas para que le suplanten en el trabajo, que le planteen las comodidades, incluso quienes piensan dejar su cerebro en una caja de metal, dónde la razón y dónde el corazón???

    un abrazo

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  9. espero que la gripe no te haya pillado, amigo, espero que estés bien solo que tengas una mala racha con las musas,

    un abrazo

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  10. Tomás:

    El hombre, humano como tal, siempre busca algo que mejore o que le acomode su entorno.
    Tal vez hasta el pensar y el sentir, no lo sé.

    Gracias por la visista y no os preocupeis, la gripe no me pilló, las musas han regresado.

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