domingo, 22 de junio de 2008

Dolor y Hartazgo

Los espasmos dolorosos golpean negros los cuerpos,
de la sangre podrida ya habita nuestras moradas,
donde los espejos y sordas ranas se ahogan en su pus,
desenvueltos y roidos con niños que muertos nacieron.

Y es entre cavernas de odio espeso y arrebatado,
el santo que a látigos mata y deja sus aposentos,
con la brisa de fuego apareciendo en los sentidos,
de sin sabores, que amargos años ha bebido.

La enramada sangra y atravieza rauda los campos,
duerme con sollozos a la siesta del eterno a tiempo,
sí, hay cosas peores que la espera agónica de la vida,
pero que, como siempre, ésta no escucha lamentaciones.


¡nc¡tatüs
(junio'08)

imagen: internet

miércoles, 18 de junio de 2008

El Sentir del Agua que se Ahoga en Llanto


El sentir del agua que se ahoga en llanto,
en la penumbra de la cosecha nunca dada.

La vida y el laberinto abarcan cada gota,
las gotas de su último sudor,
de la última saliva,
de lo nunca pronunciado.

Venías y arrastrabas tus pasos,
las rodillas y los músculos acatan una nueva costumbre,
la mirada está puesta sobre el horizonte,
el corazón en el más allá.

Y las plegarias rotas en la cima de un cuerpo húmedo,
rotas y mojadas por el calor del éxtasis.
En la oración y el viaje tan largo y desgastado hacia la eternidad.

El naufragio distante es siempre insano, es indecoroso.
Donde cada metro y cada segundo son infinitos para la libertad.

Ahora sabes que la esperanza muere al último,
y sabes que la muerte existe.
y que la muerte siempre saldrá vencedora.
El agitado porvenir aún está lejano.

La sangre ya no llama.
No escucha.
La vieja costumbre de no saber ganar.


¡nc¡tatüs
(junio'01)
imagen: internet

miércoles, 4 de junio de 2008

Noctámbulo

De nuevo mis pasos se encaminan,
sonámbulos, firmes; cansados también,
por medios pasos de los pasos normales,
incómodos, pero firmes que siguen andando.

La mirada está muerta, falsa como todas!,
o resignada, tal vez al igual que mis pasos;
o tal vez busca de nuevo esa luz brillante,
pero que atemoriza con su ensordecido estruendo.

A lo lejos nada, y más allá un nada igual,
detrás, tus besos, caricias y palabras,
palabras que anclaste a mi sedienta alma,
grilletes hechos por tu misma alma.

La noche, el frio y las cadenas que ataste,
no impide que siga mi andar hasta tu sueño,
que llegue hasta tu dormitorio tranquilo y amoroso,
y donde, como cada luna llena, te entregaré mi vida.


¡nc¡tatüs
(junio'o8)

imagen: internet