lunes, 24 de noviembre de 2008

La Caja de Cartón

La luz tenue y amarillenta de su lámpara es la que lo alumbra.
Un escritorio de madera roída por las ratas y una vieja máquina de escribir.
La ventana cuadrada está dibujada y sellada en la pared de cartón.
Los antiguos trazos son de crayolas de cera. Crayolas baratas.

Él, se levanta, avanza unos cuantos pasos y regresa.
Llena un vaso de agua y mientras lo toma, vuelve a su vieja silla giratoria.
Las manos a la cabeza buscando una motivación, una inspiración.
El sueño parece vencerlo, pero aún no desiste de su enmienda.

Lleva así pesados los años, esforzando y obligando a la imaginación.
Quiere arrancarle y saciar como sea su necesidad y plasmarla en sus hojas.
Los libros en la estantería se volvieron de cartón, como las paredes.
La esencia de cada uno sigue intacta e imperceptible a su tinta blanca.
Ésta es la hora en que tapo la caja con un sueño insaciable de letras.
Ésta tarde no encontré el instinto inspirado de mi huésped innombrable.
Ésta noche quiero devolverlo bajo la cama, entre la pelusa y las cucarachas.
Ésta vez, podré dormir con la luna del armario apagada.
Incitatüs
(noviembre’08)

Ejercicio 3
Viernes de Taller
http://lorenasanmillan.wordpress.com/

imagen: internet

martes, 11 de noviembre de 2008

Durmientes

No señor fiscal,
ellos no están muertos, solo están dormidos.

Y a pesar de todo lo que usted pueda decirme,
debe saber que les hice un favor.
Usted no sabe lo que es despertar cada día,
mirar a nuestros hijos con la carne partida y los huesos rotos.

No sabe lo que es andar entre la podredumbre,
entre calles llenas de mierda y salpicadas de pus.
Entre almas carentes de vida,
y muertos que caminan sin esperanza.

No señor fiscal,
ellos no están muertos, solo están dormidos.

Usted no sabe lo que es la incertidumbre del nuevo día.
El esperarlo y saber que seguramente será peor que el anterior,
aguardar desde el cielo la señal de los predicadores de la fe,
y añorar aqullas tardes donde la lluvia cobijaba nuestros campos.

Usted no sabe lo que es mirar a los ojos de los fuereños,
ver que les dábamos asco y vomitaban nuestras sombras;
saber que nos espera dentro del cementerio un espacio cada vez más cercano,
y sembrar en la nada la lucha inútil de un mejor mañana.

No señor fiscal,
ellos no están muertos, solo están dormidos.

No teníamos que esperar a que los blancos llegaran a salvarnos,
que vinieran a llenarnos de polvos y ungüentos extraños.
No teníamos que esperar a que los verdes llegaran a asesinarnos,
para derrumbar nuestras casas llenas de sangre y nuestros sueños llenos de tristeza.

No señor fiscal,
ellos no están muertos, solo están dormidos.
al agua sólo agregué un poco de nuestros propios sueños,
un poco de la tranquilidad arrebatada y una eternidad mejor.

Señor fiscal:
éste no es el pueblo de los muertos que respiran pobreza,
éste es el pueblo de la paz eterna,
el pueblo de los que todos duermen,
y como tal,
algún día,
despertarán.

incitatüs
(noviembre’08)

Ejercicio 2
Viernes de Taller
http://lorenasanmillan.wordpress.com/

imagen: internet

viernes, 7 de noviembre de 2008

Ésta Noche


Dijiste que te dolía la mandíbula y me acerqué a ti.
Empecé nervioso a darte un masaje, mientras cerrabas los ojos.
Tenerte cerca, tocar tu piel y ver que lo disfrutabas me hizo imposible detenerme.
Te besé con las ansias de semanas de no verte.

Sentí lo dulce de tus labios, lo fresco de tu aliento.
Lo cálido de tu lengua y tu respiración estremecida.
Besé tus mejillas y sentí tu sonrisa.
Abrí los ojos, y observé el brillo de los tuyos.

Ésta noche sólo quería venir a saludarte.
Decirte que ya no sucumbiría más ante tus encantos.
Poner un alto a mis debilidades para no sufrirte de nuevo.
Ver que estabas bien y tal vez despedirme temprano.

¡Pero no!, ¡tenías que lastimarte la mandíbula!.



incitatüs
(noviembre'07)
imagen: internet