martes, 1 de julio de 2008

Horizonte


Horizonte

Salió de madrugada, y como sonámbulo empezó a caminar hacía el oriente. No tenía idea de lo que buscaba, pero él sabía que en el oriente encontraría la felicidad. Llegó el cansancio, y no le importó, llegó el hambre y se aguantó, llegaron, las noches y no durmió, así como con la lluvia se mojó y con el calor se deshidrató, pero él sabía en el oriente encontraría la felicidad.

Así siguió caminando, conoció pueblos, gente, cerros y cañadas, montes y caminos piedrosos; algunas veces quería detenerse, pero el sólo recordar que encontraría la felicidad en el oriente lo hacía caminar mas y más. Hasta que un día, ya con sus pies ensangrentados y sus piernas cansadas, llegó a la orilla del mar y por fin se detuvo. Observó el horizonte y a lo lejos creyó ver una isla lejana en donde encontraría la felicidad, pero él no sabía nadar, y mucho menos tenía una balsa, entonces volteó la cabeza y al ver que su recorrido lo había hecho en vano, se puso a llorar y finalmente murió…


¡nc¡tatüs
(julio'00)
imagen: internet

3 comentarios:

  1. ahí donde dice "caminos piedrosos" debe decir: caminos pedrosos...
    Sabes, tus textos siempre me ofrecen un contraste hiperbólico entre mi vida y mis abismos que no podran cerrarse nunca.

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  2. Palomilla:

    Sabes? Éste texto lo hice hace ocho años, creo estaba un tanto mal esa vez.
    Me agrada que provoque algo en tí lo que escribo, con eso se justifica la existencia de éste espacio.
    Gracias por la corrección, no recuerdo si hace ocho años se escribía diferente...

    Gracias por tu siempre fiel visita.

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  3. Así que tenía ocho años oculto. A veces pasa que al reencontrarnos con un texto reencontramos alguna parte olvidada de nosotros. Entonces caemos en la cuenta de cuánto hemos crecido.
    Ese es el fin de nuestra existencia, avanzar sin renunciar...seguir nuestro camino.

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